Azul en Do sostenido


Así que me senté en el banco del piano y estiré mis brazos. Centré mi vista en las frías teclas que tenía ahora bajo mis dedos. Centré mi atención en los colores blancos y negros, hasta que estos se volvieron difusos en una oleada de colores y sensaciones. El zumbido recorrió mis oídos de fondo a fondo una vez tras otra, hasta que, súbitamente, se silenció. Se silenció la habitación, y el corredor contiguo, y la habitación al final de corredor se silenció de la misma forma. Las bocas enmudecieron, a pesar de que sus labios seguían de un lado a otro, argumentando, criticando. Do. Re. Mi. Do. Re. Mi.

El azul marino salió flotando y se elevó por la sala de estar. Pasó por los sillones, entre las almohadas, surcó sus patas, y las del banco del piano. Subió por la pared y recorrió el techo. Como una sombra, como una ligera y elegante sombra, se deslizó hasta el candelabro. Un púrpura oscuro le siguió, mezclose y perdiose entre el azul, que, aunque ya no marino, aún oscuro y delicado. Levitó de forma descendiente y me recorrió los párpados cerrados, por fuera y por dentro, y los globos oculares, y las venas y las arterias, y llegose al corazón en una melodía en Do sostenido. Palpitóse el azul purpúreo conjunto a mis latidos, entrañable e inquebrantable. Recorrióse mi cuerpo, desde los dedos de los pies a las puntas de mi cabellera indomable. Sentí el azul armónico recorrer mi cerebro, y posóse en mi memoria. Zigzagueó entre mi sonrisa torcida, clavada a la de mi padre, el momento en que, parado bajo la sombra de un abeto ancestral, mis ojos incidieron en su mirar por primera y última vez, siendo que desde que los vi no los he dejado de acariciar con la mirada. Etéreo se desprendió de mis labios, y fue a posarse en el cuello suyo. Recorrióse también su cuerpo y abriose paso por sus pulmones. Entrose por su corazón, danzó entre la belleza de sus pensamientos y la pureza de sus sentimientos. Envolviose su corazón, que en un instante se detuvo a la par del mío, y nuestras miradas se volvieron una por la eternidad que debió de acompañarnos.

El azul salió de mi mente y recorrió el pasillo, tan etéreo y puro. Pasose las pinturas, abstractas, bohemias. Alcanzose a mi hermano, gritándose al espejo, con boca enmudecida, mas con labios incansables. Envolviose a mi hermano y siguiose su camino, imparable. Mi hermano, atónito, silencioso por fin, observose su figura en el espejo y la acarició como quien se ama a sí mismo por primera vez. El azul siguiose hasta la habitación al final del pasillo. Dos seres, dos amados, marido y mujer, yacían a los extremos, mirándose con odio. De vez en cuando gritaba uno algo que en el silencio sepulcral de los aposentos, que solo el azul llenaba, era imperceptible, mas comprensible, que venía cargado de odio. El azul cubriose sus cabezas y entrose por sus oídos. Limpiose sus pensamientos, sus sentimientos y su alma corrupta. Levantose entonces de sus cuerpos, el azul purpúreo en Do sostenido, y volviose a la sala donde pertenecía. Los amantes se miraron, se amaron y se besaron de nuevo, y de nuevo, y otra vez, pasionales. El azul volviose a mis manos, y a mis teclas blancas que tocaba incesantemente. Subiose por mis brazos y entrose de nuevo por mis párpados cerrados. Regresose a mis recuerdos y a su hermosísimo rostro de terciopelo. Y recargose en su pecho, suavemente. Y muriose en su mismo pecho precioso, al instante que dejé de tocar mi triste piano.

Susurré entonces –Amiculoe, deliciae, num is sum qui mentiar tibi? Amor animi arbitrio sumitur, non ponitur. –Y una gélida lágrima saliose de mis párpados cerrados, y secose en mi temblorosa garganta.

1 comentarios:

Alex 22 de enero de 2009, 11:53  

Waaaaaaa
que escrito tan más hermoso
X3
waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Paaaakoooo
soy tu fan :3
Lo escribiste a partir de la melodía?
así se siente :3
está precioso
wa wa wa
eres genial
se te quiere :3

Prólogo

Sístole y diástole;
exhala.
Beso bohemio
en labio francés.
Pestañeo,
sobriedad adúltera,
alucinación.
Repetición subsecuente.

La reliquia de la vida
es la poesía
de un beso empedernido.
El amor de tinta
ahora es de pixeles.
Haz el amor con tu arte,
y el arte con tu amor.

Furor,
fulgor,
finura.
L'amour c'est tout.
(Tout c'est toi!)

Oblícuo contenedor,
ambíguo,
tentativo.
¡Vértigo en la espina dorsal!

Y sístole y diástole.