Damas y caballeros. Co-nacionales. Seré sincero y conciso con ustedes: México se está pudriendo. El gobierno se ha corrompido; y la delincuencia, más que debilitarse, ha evolucionado a sobremanera, hasta llegar al punto de aliarse con el gobierno en nuestra contra. Pero es hora de abrir los ojos, y ver de una buena vez que el problema no es ningún gobierno, sino nosotros, el pueblo mexicano.
El pueblo mexicano se está pudriendo por su cultura de conformismo e ignorancia, y se hunde más cada segundo en su política de cero-esfuerzo. Es nuestra cultura patética y perdedora, lo que nos lleva a al fondo del hoyo, y nos llevamos al país entero con nosotros. Cualquiera que haya intentado hacer una diferencia sabrá que es imposible si nosotros, México, no abandonamos este ciclo de perdición. El pueblo mexicano es apenas la inocente víctima de una cultura autodestructiva.
Pero la cultura cambia; la cultura mexicana actual no ha sido la misma siempre. A la cultura la definen las circunstancias del país. Y actualmente, la cultura que tenemos hoy, es ineficiente. Es precisamente por esto que he venido a cambiar la situación, a cambiar esta cultura perdedora. Ofrezco arrancar el problema de raíz, y a partir de ahí que avancemos a nuestro gusto. Les ofrezco el quetzalismo.
El quetzalismo es la necesidad de implementar un gobierno totalitario, porque no hay otra forma de cambiar las circunstancias del país, de modo que estas nos lleven a una cultura eficiente y triunfadora. Cualquier otra forma de cambiarlas nos llevará a una cultura incierta, que posiblemente terminará con un pueblo en circunstancias iguales o peores a las que vivimos hoy. Es la necesidad de implementar a un líder que haga lo que se tenga que hacer, para que en “El cuerno de la abundancia” abunde prosperidad, como debería de ser si tuviésemos una mejor cultura.
La democracia se volvió obsoleta cuando llegamos al punto en que comenzamos a actuarla, y dejamos de ejercerla. El cambio es imperativo; apoya al quetzalismo hoy. Súmate al Partido Quetzal Autócrata, y juntos creemos un mejor México.
Ubicaremos a México en el primer mundo. Nuestro país ya no dependerá más de potencias extranjeras; las potencias extranjeras dependerán de nuestro país. Existirá un verdadero desarrollo, un verdadero progreso, y esto no será gracias al gobierno totalitario; será gracias al pueblo, y a la cultura trabajadora, dedicada y justa que crearemos.
Por favor entiendan que en estos últimos 50 años, el pueblo mexicano no ha demostrado nada, sino que no es capaz de gobernarse sólo. México es un niño pequeño e inmaduro, que necesita de un adulto que lo tome de la mano y lo lleve por el camino de la madurez. Y ese adulto es el Partido Quetzal Autócrata.
Los héroes de la patria son ustedes, aquí y ahora, apoyando este movimiento de salvación. Esta generación quedará marcada en la historia, como la generación que salvó a México de sí mismo. Y sus descendientes sentirán orgullo y admiración por ustedes, los mártires que se atrevieron a hacer la diferencia.
Y les juro, les doy mi palabra aquí frente a ustedes, que este totalitarismo no es para siempre. Nunca es para siempre. Sólo necesitamos el tiempo necesario para volver a México un país maduro capaz de gobernarse sólo, y vivir bien. Y por supuesto que tendremos que ceder nuestros derechos y nuestras libertades; pero entiendan que esto no es por ustedes, ni tampoco por sus hijos; esto es por los hijos de sus hijos, y todos los hijos de la patria, para que las generaciones futuras nazcan en un país en el que vale la pena vivir, y no en el pedazo de basura que nos tocó a nosotros.
El quetzalismo es progreso. ¡Y el progreso es vida! ¡Viva México!